viernes, enero 09, 2009

Salve uno como si fueran 2.500

Es interesante hacer un recorrido por la historia de personas que arriesgan todo porque tienen algo claro: que están en el mundo para hacer el bien. Este es el caso de Irena Sendler quien se expuso a torturas por el hecho de haber salvado 2.500 niños de las garras del Holocausto Nazi.

Todo esto me lleva a pensar que si bien todos podemos aspirar a salvar ese número de niños (ojalá más), sería tan gratificante para Dios y para la humanidad que nos arriesgáramos a salvar al menos uno.

Y no hablo de ponerse la capa y buscar por las calles a ver qué niño están azotando. Podemos comenzar por nuestra propia casa. Con nuestros hijos o sobrinos o su nietos, haciendo parte de su buen crecimiento, inculcándoles valores pero sobre todo enseñándoles y mostrándoles lo que es el amor verdadero. Más allá de querer repetir lo que todo el mundo dice pero no muchos practicamos con la constancia necesaria, se trata de entender qué puede ser una tortura para una persona que a sus escasos años jamás pensará como adulto.

No se necesita estar en un campo de concentración para intimidar o maltratar un menor. Con el simple hecho de regañarlo injsutificadamante, de hacerle daño así sea con una mirada lo suficientemente hiriente como para hacer sentir miserable al más noble, incluso sólo por desconocer lo que es capaz, de jamás ofrecerle una disculpa, de no ponerle atención o simplemente hacerlo testigo de una mala acción entre muchas otras situaciones, ya estamos haciendo que una persona más en el mundo crezca con el deseo infinito de desquitarse con el que pueda.

Se trata pues, de ser lo más consciente posible a la hora de tratar un niño pues por algo que usted o yo hagamos (o dejemos de hacer en frente de él), se le puede generar una marca de por vida que sólo Dios sabrá cómo sanar.

Ahora, si nuestro entorno carece de niños o tal vez queremos ir más lejos porque la tarea la hemos hecho bien hasta ahora, extendamos una mano al que sin ser nada nuestro lo necesita. Pero no dándole dinero sino alimetándolo, vistiéndolo o educándolo. En el mundo existen gran cantidad de personas que procuran lo mismo y han contribuído a que muchos de ellos se levanten, se recuperen y que edifiquen sociedades menos resentidas. Nosotros podemos aumentar ese número de quienes buscan devolver a Dios lo que Él en su infinita bondad nos ha dado.

Tan lejos como llegó Irena lo podemos hacer cada uno, así no alcancemos el mérito de ella, que con esfuerzo pero sobre todo con fe en Dios logró no sólo salvarlos a ellos sino a ella misma también. Hagamos parte del rescate de un niño más, para que no sea tan tarde que debamos escribir sus nombres en papeles tristes y esconderlos en envaces de vidrio para que algún día, alguien de buena voluntad decida rescatarlos cuando ya pueda ser tarde.



Para mayor referencia visitar http://es.wikipedia.org/wiki/Irena_Sendler

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Acerca de mí

Diseñador gráfico de la UJTL de Bogotá, Colombia. Convencido que algo nuevo se aprende todos los días y mejor aún, no se puede callar. A alguien le servirá.

jcbg's shared items

Miembro de Usarte.org